Déjame curarte
Déjame curarte las heridas,
que hoy sean mis lágrimas…
salvia que regenere
tu marchita vida.
Tú, que llenas de verdor los bosques,
y desplegando tus múltiples ramas…
das alivio con tus sombras
al sofocado y cansado caminante.
Tú, hermano árbol:
que con tus colores,
me haces olvidar por un momento…
todo el horror que mis ojos
no desearían nunca volver a ver.
Tú, madre tierra:
que me embriagas con el suave olor
de tus plantas y tus flores…
alejándome del espanto
del hedor de la muerte.
A ti, generosa naturaleza:
fuente de vida y esperanza
que no sabes de fronteras,
sólo tu, albergas en tu seno…
la risa, el canto y el llanto.
Déjame abrazarte y pedir en tu nombre:
¡Ojala! No haya hombre en el mundo
que no desee cambiar la guerra…
por éste remanso de paz.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Precioso, como siempre.
Qué bonito escribes.
Gracias por compartir tu sensibilidad con los demás.
Que bonito escribes Pepa, que sensibilidad desprendes tanto escribiendo como simplemente con tu presencia y tu sonrisa. Eres un encanto de persona!!!
Gracias a todos por vuestras palabras tan bonitas y llenas de cariño y gracias a EsArt por darme la oportunidad de compartir con vosotros mi obra.
Me llegáis al corazón y a mi pluma le salen alas.
Os quiero.
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.